La paz y el amor se encuentran en este universo en el cual nos encontramos, en el cual vivimos.
La dualidad presente de manera constante en la vida no permite en algunas ocasiones que desarrollemos estos sentimientos de amor y paz.
Somos humanos y de ahí la dualidad en nuestros sentimientos. ¿Qué está bien? ¿Qué está mal? El bien y el mal no existen, son producto de nuestra mente, sólo nuestro corazón puede establecer la diferencia entre lo correcto o incorrecto, lo que conviene o no conviene, lo que debe o no debe ser…
La pureza de nuestro corazón es la única entidad con la capacidad suficiente para, de alguna manera, dictarnos qué debemos sentir o hacer en cada una de las decisiones que debemos tomar en la vida.
Debemos escuchar a nuestro corazón, actuar a través de él, él tiene el mejor filtro que pueda existir en aquellas situaciones en las que sea necesario.
El amor es el sentimiento y la emoción más pura y es lo único que nos debe mover e impulsar para hacer las cosas, para llevar a cabo nuestros sueños e ilusiones. Debemos hablar y actuar desde el corazón, él nunca nos fallará, no nos engañará, al contrario, su más absoluta sinceridad y certeza a veces nos dará miedo y nos hará dudar, entonces echaremos mano de la mente y eso nos hará tomar, quizás, una determinación o actuar de manera errónea. Cierto es que hemos venido a aprender y tan sólo en el error, en el dolor encontraremos ese aprendizaje pero debemos escuchar, oír, interpretar y, en definitiva, manifestarnos a través del lenguaje de nuestro corazón.
Tenemos la obligación para con todos los seres de luz que lo han olvidado, tenemos la obligación de ayudarles a recordar quienes son, a recordar que son seres puros de luz cuyo único lenguaje es el AMOR, con letras mayúsculas, el AMOR que todo lo mueve, que todo lo llena, el amor presente en todo y en todos, incluso en nuestro, a veces, mal llamado “enemigo” porque no existen “malas personas” ni “malos seres de luz”, todos somos iguales porque partimos de la Fuente y por ese motivo no existe la maldad, lo que existe son comportamientos erróneos y no acordes con la verdad de nuestro ser y de nuestra luz, lo único que existe son seres como nosotros que se encuentran vibrando en una vibración inferior, una vibración en la cual los sentimientos humanos de odio, rabia, rencor, dolor los llevan a actuar, a manifestarse de una manera contraria a la pureza de su ser.
Es entonces cuando debemos comprender y aceptar sin juzgar las actuaciones y las decisiones de estas almas, es entonces cuando nuestro mensaje de amor, de vibración a un nivel más alto, debe ser proclamado para ayudar a los que todavía no han comprendido que el AMOR es el único sentimiento posible, que deben empezar a transmitir su mensaje desde esa emoción, debemos enseñar a trasmutar, a cambiar la vibración de nuestra energía a un estado más puro, más brillante.
Debemos brillar desde el amor para que la luz que sale de nuestro interior, esa luz que emana de nuestro corazón salga al exterior y todos la vean, debemos iluminar como faros, como antorchas el camino de los que nos rodean.
Nos relacionamos, estamos unidos como las telas de araña por “hilitos” casi transparentes de energía. Todo y todos estamos conectados en este Universo, todo y todos somos uno porque emanamos de la misma Fuente. Todo y todos nos comunicamos con el mismo idioma, con el mismo lenguaje, a través del AMOR.
El amor nos hace sentir cómodos o incómodos en determinadas situaciones y con determinados seres. Nuestra sensibilidad debe llevarnos a transmutar constantemente nuestra energía para que cada vez vibre más y más alto y ese trabajo individual de cada uno de nosotros beneficia al colectivo puesto que todos estamos interconectados a través de los haces invisibles de la luz y la energía del amor.
Ahora más que nunca y ante el cambio que se avecina, el cambio de Era, debemos actuar de acuerdo con los designios de nuestro corazón. Debemos ser fieles a él. Debemos escucharlo y compartir con los demás su mensaje. Todos somos portadores de la luz, de la antorcha. Todos somos maestros y todos somos aprendices. El intercambio es constante. Ahora más que nunca estamos más preparados, más abiertos para recibir los nuevos conocimientos que el Universo nos ofrece. Debemos estar abiertos, debemos abrir aún más nuestra conciencia para no perdernos ni un mensaje.
El Universo actúa en consonancia, el Universo es equilibrio, nosotros formamos parte de ese equilibrio. Únicamente ese equilibrio y esa armonía se alteran en nuestro interior cuando nos dejamos llevar por sentimientos y emociones propios de nuestra vida terrenal olvidando que la verdadera emoción que debe movernos es el AMOR.
Seamos sinceros y aboguemos en pro del amor, debemos predicar a través de este puro sentimiento sólo así nos manifestaremos con humildad y nuestro mensaje llegará a todos.
Soy Lady Nada. Sois verdaderos y puros seres de luz y por eso os quiero!!
Canalizado el domingo 15 de abril de 2012 a las 4:00 am.